Son muchas las personas que han sufrido a lo largo de su vida diferentes traumatismos que les han dejado algún tipo de secuela estética y/o funcional. Muchas de estas secuelas tienen solución mediante la cirugía plástica y concretamente la denominada cirugía post-traumática.
Estas lesiones acostumbran a producir la pérdida de una gran área de piel y pueden formar cicatrices hipertróficas que llegan a restringir el movimiento, haciendo que el problema no sea meramente estético, sino también funcional.
Cada persona requiere un estudio minucioso para poder ofrecer un tratamiento adecuado en cada caso en particular y obtener así un resultado óptimo y duradero.
Las lesiones que puede generar un traumatismo varían ampliamente y están en relación directa con el origen del trauma, su dinámica y energía. Algunas pueden incluso poner en riesgo la vida del paciente. En estos últimos se hace especial énfasis sobre todo en el soporte vital necesario en los primeros momentos, para luego estabilizado el paciente, realizar el tratamiento de las secuelas.
La mayoría de las lesiones traumáticas tiene lugar en los miembros (especialmente en las manos) y en el rostro. La etiología y lesión causada varía de acuerdo a la edad del paciente (Ej.: lesiones del pulpejo de los dedos en niños pequeños, mientras traumas deportivos en adolescentes).