Con un fin práctico, podemos decir existen: de acuerdo a su forma (redondos o anatómicos), de acuerdo a su superficie de cubierta (lisos o texturizados), de acuerdo a su perfil o proyección (leve, moderada, alta, extra alta) y por supuesto una gran variedad de tamaños.
Un implante liso no es mejor que uno texturizado o uno redondo a uno anatómico:
“El implante debe ser seleccionado acorde con las necesidades y exigencias que el caso aplique. Allí es donde un implante será mejor que otro en su comportamiento y cronología” (Dr. Enzo Isola)
Según cifras estadísticas de la International Society of Aesthetic Plastic Surgery (ISAPS) (una de las entidades internacionales más prestigiosas y representativas de la especialidad) en su boletín del año 2016 (última actualización), en Argentina se realizaron nada menos que 101.632 procedimientos.
Diferentes características de los implantes mamarios han ido evolucionando y generándose “generaciones de implantes”.
Actualmente, los implantes de última generación, se caracterizan por tener cubiertas de baja reactividad hística (baja reacción de los tejidos hacia los mismos) y siliconas de muy alta cohesividad (ante una infrecuente posibilidad de ruptura no hay migración de contenido). Esto y otras causas son las que permiten hoy decir que no hay necesidad de un “cambio de implantes” ante el paso de “x” cantidad de años.
Normalmente se aconseja completar el periodo de lactancia y esperar en promedio unos 6 meses. En ocasiones, por más que se completó dicho periodo, se hace necesario utilizar medicación para cesar la producción láctea y generar aspectos infectológicos más favorables para la intervención. Luego de la mastoplastia de aumento (independientemente del plano anatómico del implante) se puede eventualmente amamantar sin problemas.
No es necesario llevar ningún tipo de régimen alimentario especial luego de una lipoescultura. Si se aconseja, sin embargo, tratar de mantener un peso lo más cercano al ideal según el paciente.
Para contestar esta pregunta debemos conocer los conceptos de la “Teoría Adipocitaria”: la mujer se desarrolla y genera un número “x” de células grasas, relacionado con su balance de ingesta, pero luego de su adolescencia este número se mantiene y lo que varía es el contenido de cada célula adiposa. Así sucede que la lipoescultura remueve número de adipocitos, pero ante un estilo de vida con ingestas anormalmente abundantes, los adipocitos remanentes crecerán en volumen, determinando, globalmente, el de los acúmulos grasos de la paciente.
Si. Este está contraindicado en:
*Embarazo
*Lactancia
*Infección en el sitio de colocación
*Paciente con desórdenes musculares (miopatías). Ej.: miastenia gravis
*Hipersensibilidad a algún componente de la fórmula, entre otros.
Sí. Existe una gran variedad de malformaciones de los pabellones auriculares (tanto congénitas como adquiridas).
Una de las más frecuentes es la denominada “orejas en asa”. En la misma los pabellones se encuentran más “separados” del cráneo (entre otras características). Su corrección se realiza bajo anestesia local en la mayoría de los casos. Los resultados son muy gratificantes en todas las edades.
Sí. El procedimiento se denomina Blefaroplastia inferior por vía transconjuntival y no deja cicatriz visible alguna.
Mediante el mismo pueden realizarse técnicas para resecar y/o redistribuir el tejido graso de los paquetes adiposos del párpado inferior, rejuveneciendo importantemente esta zona.