La cirugía nasal o rinoplastia representa uno de los procedimientos de mayor complejidad y satisfacción de la especialidad.
La nariz es una estructura funcional con una forma particular, que nunca debe de ser observada individualmente como una estructura aislada del rostro. La intervención deberá planificarse intentando armonizar los diferentes sectores de la misma entre sí (sub-unidades nasales) pero así también, su relación para con el resto de la cara. La representatividad que tiene la nariz en el tercio medio facial y globalmente en el rostro es importantísima.
Al igual que con otros procedimientos, el Doctor Isola en consulta, le explicará en detalle, todo lo asociado a su intervención, así como, las posibles alteraciones del curso post-operatorio y su correspondiente re-orientación.
La meta de la rinoplastia es cambiar su forma y/o tamaño, de acuerdo a estándares estéticos específicos, manteniendo o mejorando su función. La confluencia armónica de dichos parámetros ajustados al paciente y el arte del cirujano contribuirán al éxito de la intervención.
Son indispensables:
• Historia clínica detallada
• Una valoración pre-quirúrgica completa. La misma incluirá:
el estudio bioquímico del paciente y un electrocardiograma con su correspondiente valoración cardiovascular
• Estudio fotográfico
A partir del cual determinar, junto al examen físico, las características que presenta la rinodeformidad en cuestión
• Estudios complementarios
De acuerdo a las necesidades se realizaran estudios de imagen (ej. Tomografía axial computarizada) o funcionales complementarios
La misma se realiza generalmente bajo anestesia general, asociada a anestesia local tumescente. Hay ocasiones es que puede realizarse con total seguridad, así también, una sedación profunda más la anestesia local.
Habitualmente la cirugía se realiza a través de incisiones nasales internas, no visibles, a través de las cuales podemos corregir los defectos anatómico-funcionales nasales, otorgándole armonía estructural y funcional a la nariz, en relación con el resto de la cara. Existen sin embargo circunstancias (deformidad nasal asociada al labio-paladar hendido, “punta dificultosa”, entre otros) en que una incisión en la base nasal se hace necesaria. Esto último se denomina “abordaje abierto” y deja como resultante una cicatriz en la base nasal, la que es casi imperceptible tras su evolución. Este tipo de abordaje tiene en la actualidad total vigencia en casos seleccionados
Promedia entre 1 a 2 horas dependiendo de la rinodeformidad.
Es indoloro y precisa del uso de una pequeña férula (yeso) por 7 días.
Es ambulatoria, es decir, requiere solo de algunas horas de internación hasta el alta.
Es rápido pero, al igual que muchas intervenciones, el resultado final de la intervención requiere meses.