Las malformaciones congénitas son aquellas que se hacen evidentes desde el nacimiento y pueden tener incluso un diagnóstico intrauterino (antes del nacimiento).
Son extremadamente variables en características y gravedad, siendo algunas de tipo “leves” como puede representar una sindactilia simple (fusión congénita de 2 o más dedos) hasta graves síndromes craneofaciales que pueden asociarse a malformaciones internas.
Son bastante frecuentes las malformaciones en extremidades (manos y pies) así como a nivel de la cara y las orejas. A manera de algunos ejemplos frecuentes podemos describir: